No fueron pocos los científicos que pusieron el grito en el cielo ante el temor de que el gigantesco experimento de Ginebra, consistente en hostiar partículas a gran velocidad, pudiera generar un nuevo Big Bang y destruir todo el universo. Tras varios días de experimento estos científicos han vuelto al laboratorio a juguetear con sus ratas y el universo continúa más o memos como siempre, salvo en una ciudad del levante español donde sí se ha producido su Big Bang particular, y es que tras la dimisión del ya ex alcalde del Partido Popular, Luis Díaz Alperi, un nuevo universo puede haber comenzado en el ayuntamiento alicantino.
De momento su sustituta será la hasta ahora responsable de urbanismo, Sonia Castedo, propuesta por el propio Alperi en el acto de dimisión.
Quien lo iba a decir teniendo en cuenta que toda la relación que Alperi pudiera tener con la ciencia o con Ginebra se reduce a su afición a los Gin Tonics.
Polémico y típico como pocos, Alperi, que no hace mucho se negaba a retirar los honores concedidos a Franco porque según su interpretación la ley no le obligaba a ello, y ya ni hablar de las más de setenta calles que conservan aun nombres de la dictadura franquista, dimite sin haber indicado una causa concreta, a pesar de que tiene un buen número donde elegir, un día después de mostrarnos su cara más democrática, cuando amenazó con dejar a los concejales socialistas sin paga por hacer oposición, después de haberles dado buenos despachos, ordenadores, liberarles de sus trabajos con un sueldo, sin duda una panda de desagradecidos que se creen con derecho a criticarle porque unos desinformados los hubiera votado en las últimas elecciones, que complicado resulta todo cuando no se trata únicamente con promotores inmobiliarios y constructores.
Y no es por hacer leña del árbol caído, pero es que semejante alcornoque no da para más.