El fundador de Microsoft decide prejubilarse de su propia empresa para poder dedicarse por completo a la filantropía, afición que cultiva desde hace años y que no tiene nada que ver con sellos. Aunque no ha trascendido se supone que le quedará una buena pensión y seguirá pasándose una vez a la semana por la oficina de Microsoft.
Bill Gates lo tenía todo para triunfar, no sólo sabía de ordenadores sino que además hablaba inglés y tenía garaje. Con la ayuda de estas ventajas y unas gafas enormes llegó a convertirse en el hombre más rico del planeta y hoy se calcula que el 90% de los ordenadores del mundo funcionan con sus sistemas operativos, su influencia y peso en la historia de los últimos años es innegable.
Se comenta que al igual que su gran competidora, Apple, y otras muchas, Microsoft empezó en un garaje, y esa es la clave. En comparación con otros países, como Estados Unidos por ejemplo, en España apenas tenemos garajes y así es imposible que se puedan crear gigantescas multinacionales. Disponemos como mucho de una diminuta plaza para nuestro utilitario en el sótano del edificio, delimitada por su clásica rayita blanca en la que es imposible crear la base de una empresa como dios manda sin toparnos con la enemistad, la envidia y desconfianza del resto de vecinos.
Los datos lo demuestran, necesitamos más inversión en garajes para la juventud innovadora de España, lo que se conoce como I+G+I.
La foto final del artículo no corresponde a una gira de la Kelly Family, ni a la prueba de maquillaje de El Señor de los Anillos, son los miembros de Microsoft en 1978, belleza y talento se dan de ostias en una empresa que crecía sin rumbo fijo como las barbas de sus creadores. Ahora son ricos, poderosos e influyentes y sus familias siguen sin creérselo.
Si no sabes programar no sabes informática.
2 comentarios:
madre mía, tienes el cartel del ligre... No hay animal mejor, ni siquiera los unicornios.
Su eslogan lo dice todo, UN LIGRE “Una joya del reino animal”.
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