El señor Joan Ignasi Pla, ha sido el secretario general de los socialistas valencianos hasta la tarde de ayer, en la que dejó su cargo tras conocerse sus relaciones extrañas con una constructora.
La cuestión podría no estar del todo clara, por lo que desde “Lo que no te cuentan”, especialistas en chanchullos urbanísticos, realizaremos un pequeño resumen de los hechos.
Joan Ignasi realiza una obra en su casa entre el 2006 y el 2007. De dicha obra se encarga un empresario con el que tiene cierta amistad. Este empresario a su vez subcontrata otra empresa que ejecuta finalmente la obra cuyos costes ascienden a 104.000 euros. Hasta aquí todo bien.
El problema está en que el señor Pla parece que no paga nada de esos 104.000 euros, y no porque como él dice no le pasaran la factura, un traspapeleo tonto vamos, sino porque la obra esta más que pagada por la empresa que la ejecutó, que corrió con los gastos no se sabe muy bien por qué. Ante la imposibilidad de explicarse con claridad y viendo que lo de la facturilla tonta no cuela, el señor Pla se ha echado a un lado, enfrascado ahora según dice en la limpieza de su honor.
Normalmente, para saber quién se la puede haber jugado no tienes más que mirar a quien ha beneficiado todo esto, pero dado que el señor Pla tenía igual numero de enemigos en su partido como fuera, el caso es que parece que beneficia a todos menos a él.
En la foto podemos ver al señor Pla doblando el lomo y apunta maneras, actualmente sobrevive como político de fortuna, si tiene algún problema y se lo encuentra, quizás pueda contratarlo,
La cuestión podría no estar del todo clara, por lo que desde “Lo que no te cuentan”, especialistas en chanchullos urbanísticos, realizaremos un pequeño resumen de los hechos.
Joan Ignasi realiza una obra en su casa entre el 2006 y el 2007. De dicha obra se encarga un empresario con el que tiene cierta amistad. Este empresario a su vez subcontrata otra empresa que ejecuta finalmente la obra cuyos costes ascienden a 104.000 euros. Hasta aquí todo bien.
El problema está en que el señor Pla parece que no paga nada de esos 104.000 euros, y no porque como él dice no le pasaran la factura, un traspapeleo tonto vamos, sino porque la obra esta más que pagada por la empresa que la ejecutó, que corrió con los gastos no se sabe muy bien por qué. Ante la imposibilidad de explicarse con claridad y viendo que lo de la facturilla tonta no cuela, el señor Pla se ha echado a un lado, enfrascado ahora según dice en la limpieza de su honor.
Normalmente, para saber quién se la puede haber jugado no tienes más que mirar a quien ha beneficiado todo esto, pero dado que el señor Pla tenía igual numero de enemigos en su partido como fuera, el caso es que parece que beneficia a todos menos a él.
En la foto podemos ver al señor Pla doblando el lomo y apunta maneras, actualmente sobrevive como político de fortuna, si tiene algún problema y se lo encuentra, quizás pueda contratarlo,
El Equipo Pla.
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