viernes, 28 de septiembre de 2007

Continúan las manifestaciones en Myanmar, antigua Birmania


La inmensa mayoría de las personas nacidas en Birmania viven hoy en un extraño país llamado Unión de Myanmar. Esto no quiere decir que hayan emigrado, lo que ocurre es que una junta militar que mantiene al país en una dictadura desde hace más de 45 años decidió un buen día de 1989 cambiarle el nombre al país de forma unilateral, obligando a sus habitantes ha realizar un éxodo virtual hacia la Unión de Myanmar.

Y ahí, en las tinieblas de la ausencia de derechos se han mantenido durante todos estos años, ignorados por el mundo hasta que el pasado día 17 de septiembre un numeroso grupo de monjes budistas ataviados con sus túnicas color azafrán tomaron las calles en una manifestación pacífica en protesta por la situación del país. Esta fue la primera de una serie de marchas a las que se unieron miles de civiles y que expuso el problema de Myanmar, por fin, ante los ojos del mundo. Es el comienzo de la “Revolución Azafrán”.
Desde ese momento se han producido todo tipo de detenciones, bárbaras cargas militares sobre los pacíficos manifestantes, fallecidos, toques de queda y detenciones ilegales propias de la tradición dictatorial clásica.

Mientras tanto, la comunidad internacional continúa deliberando sobre la necesidad de una intervención en el país asiático, y piden a China, principal beneficiaria económica de la situación de su vecino país, que utilice toda su influencia para terminar con la precaria situación en que vive la población de Myanmar. Pero de momento el gigante asiático parece que no está muy por la labor y mira de reojo sus ingresos a costa de la antigua Birmania, demasiado jugosos como para perderlos por un puñado de túnicas.

No hay comentarios: