Enséñame la patita por debajo de la puerta, ¿quién no recuerda esta frase del cuento infantil?, hoy está más vigente que nunca por el absurdo escándalo “sexual” de la política Americana.
Repasemos la Berlanguiana historia, el senador republicano Larry Craig se encuentra sentado en el retrete del aeropuerto de Minesota, parece ser que introduce su pie por debajo de los limites de su cubículo tocando al individuo de al lado, según este segundo personaje, el senador introduce también su mano por debajo. Lo siguiente que ocurre es que el político ve como una placa de policía asoma bajo la pared lateral y es detenido por su compañero de WC que resulto ser un policía.
La interpretación del policía es que el político había intentado mantener relaciones sexuales con él, lo que significa ser culpable de conducta lasciva, más que suficiente para que al senador le cueste su carrera y su imagen, ayer mismo presentó su dimisión.
Repasemos la Berlanguiana historia, el senador republicano Larry Craig se encuentra sentado en el retrete del aeropuerto de Minesota, parece ser que introduce su pie por debajo de los limites de su cubículo tocando al individuo de al lado, según este segundo personaje, el senador introduce también su mano por debajo. Lo siguiente que ocurre es que el político ve como una placa de policía asoma bajo la pared lateral y es detenido por su compañero de WC que resulto ser un policía.
La interpretación del policía es que el político había intentado mantener relaciones sexuales con él, lo que significa ser culpable de conducta lasciva, más que suficiente para que al senador le cueste su carrera y su imagen, ayer mismo presentó su dimisión.
Ni que decir tiene que todo esto apesta un poco, un escándalo “sexual” sin sexo, la sombra de la homosexualidad como delito, podría no ser más que una cuestión de espacio en el WC o en el partido republicano, el caso es que lo único que parece estar en su sitio es el escenario, un retrete yanqui.
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