Ese 11 de septiembre de 2001 se derrumbaron mucho más que dos inmensas moles de acero y hormigón. Suele decirse que el mundo cambió para siempre, pero pocas veces nos damos cuenta de lo que realmente implicó aquel ataque.
La mayoría de nosotros hemos recordado hoy donde estábamos en aquel momento, que hacíamos y desde donde lo vimos, porque ahora la historia se puede ver, en vivo y en directo para todo el mundo.
Tras el ataque a los Estados Unidos se generaron un sin fin de incógnitas que jamás serán reveladas, se invadieron dos países, Afganistán e Irak, han muerto miles y miles de personas inocentes y hay demasiadas manos respetables machadas de sangre.
Hoy, seis años después, la amenaza del terrorismo no está sola, le acompaña también la amenaza de los que la combaten, de los que nos protegen, de los que gobiernan nuestros países, de los que sin duda han cometido y están cometiendo aberraciones inhumanas en nombre de la paz. Siendo conscientes de esto,
¿Qué amenaza es más peligrosa?
La mayoría de nosotros hemos recordado hoy donde estábamos en aquel momento, que hacíamos y desde donde lo vimos, porque ahora la historia se puede ver, en vivo y en directo para todo el mundo.
Tras el ataque a los Estados Unidos se generaron un sin fin de incógnitas que jamás serán reveladas, se invadieron dos países, Afganistán e Irak, han muerto miles y miles de personas inocentes y hay demasiadas manos respetables machadas de sangre.
Hoy, seis años después, la amenaza del terrorismo no está sola, le acompaña también la amenaza de los que la combaten, de los que nos protegen, de los que gobiernan nuestros países, de los que sin duda han cometido y están cometiendo aberraciones inhumanas en nombre de la paz. Siendo conscientes de esto,
¿Qué amenaza es más peligrosa?
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