En una prueba de patriotismo y amor a nuestra selección, decenas de inmigrantes subsaharianos se jugaron la vida para saltar la valla que separa Melilla del tercer mundo durante la exitosa tanda de penaltis del partido de la Eurocopa que España e Italia disputaron el pasado domingo, para poder celebrar en tierra española el histórico triunfo de nuestra selección como unos españoles más.
No dudaron ni un momento en nuestras posibilidades de triunfo y antes de que se completara la totalidad de los lanzamientos ya se encontraban en tierra española, posiblemente en alguno de nuestros numeroso bares, celebrando la gloriosa victoria en compañía de los Guardias Civiles y militares encargados de vigilar la valla que separa los países que participan en la Eurocopa de los que no.
Claro está que el futbol y la necesidad no entienden de fronteras.
Nacionalidad inmediata para estos valientes hinchas.
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