viernes, 27 de junio de 2008

El conocido naturalista Luís Miguel Domínguez detenido en EE.UU víctima de una rocambolesca historia


Disfrutábamos la redacción al completo de “Lo que no te cuentan” de una tranquila y sosegada tarde de verano escuchando despreocupadamente el gran programa de radio “La ventana”, en nuestra nueva y estival sucursal sita en primera línea de playa, cuando nos entró cierto acongojo al ser testigos del relato que el conocido naturalista Luis Miguel Domínguez hacía a Gemma Nierga de la peripecia que estaba padeciendo en tierras americanas.

Luis Miguel Domínguez, conocido por sus trabajos y documentales sobre naturaleza, se encontraba en Arkansas, Estados Unidos, acompañado por el resto de su familia, visitando a su hijo que estudia allí periodismo desde hace tres años.

Estando ya la familia en casa del chico, un vecino, todo hace indicar que el típico toca pelotas, aporreó insistentemente su puerta quejándose de que hacían demasiado ruido. Ante las molestias de este vecino, es el propio Luis Miguel Domínguez el que decide llamar a la policía y es cuando el toca pelotas finge una agresión y espera tirado en las escaleras con una almohada debajo de la cabeza, para mayor comodidad, la llegada de la policía.

La cosa no hace más que empeorar con la presencia de los agentes, ya que el vecino asegura que no sólo ha sido agredido por Luis Miguel, sino que además creyó que se trataba de un policía, y como prueba de este hecho la autoridad “competente”, tras revisar unos instantes el apartamento le requisó al naturalista una estrellita de sheriff que este había comprado como souvenir.

La maldita estrellita, un vecino que posteriormente se ha comprobado que tiene problemas de esquizofrenia, y un sistema policial de la época de las carretas, han llevado al pobre Luis Miguel a una situación desesperada.

Tras pasar esa noche en una celda hacinado con otros delincuentes y padeciendo las clásicas vejaciones policiales americanas a base de trato inhumano, guantes de látex y dedos corazón, se puede enfrentar, tras haber pagado ya una fianza por su libertad a una condena de hasta seis años de cárcel y una cuantiosa multa, no sabemos muy bien por qué.

Pues esta es la historia, tenemos un Lince Ibérico en peligro, esta vez en tierras estadounidenses, mucho ánimo para Luismi y su familia, todo se solucionará pronto, seguro.

Mucho ojito con los viajes a los Estados Unidos, un gran país, pero con una justicia muy injusta, y muy cara, no queremos ni imaginar lo que le habrían hecho a Pajares si se la juega en un bufete de abogados tejano.




No hay comentarios: