Desde el pasado día 17 de febrero el mundo cuenta con un nuevo país tras la declaración de independencia proclamada de forma unilateral por la región serbia de Kosovo.
No es la primera vez que esta zona de Europa provoca el suicidio masivo de diccionarios enciclopédicos ente la imposibilidad de adaptarse a los continuos cambios de la región balcánica. En 1999 la sede mundial de Planeta DeAgostini situada en Trujillo, Extremadura, padeció la combustión espontánea de cientos de enciclopedias que esperaban en el almacén de la compañía a ser enviadas a sus cultos clientes para adornar las estanterías de los salones; y en 2003, los responsables de más de 125.000 Kioscos y librerías de Soria asistieron atónitos a una mutación sin precedentes, el tomo de la enciclopedia “El Buen Español en el Mundo” que regalaba el diario ABC, se transformó como por arte de magia en la revista AR de Ana Rosa Quintana, que esa semana regalaba una muestra de legañas de la glamurosa presentadora y madre de gemelos.
Para que todo quede más o menos claro incluimos el siguiente apunte geo-político:
La actual Serbia es parte de la antigua República Federal de Yugoslavia, vamos la Yugoslavia de toda la vida. Posteriormente tras varios conflictos armados la región paso a llamarse Serbia y Montenegro, hasta que en 2006 Montenegro consiguió su independencia de Serbia. Su capital siempre ha sido Belgrado y durante todo este periodo Kosovo fue una región más, primero yugoslava y posteriormente serbia.
Pero lo que no está muy claro es por qué en este momento los Kosovares deciden dar este paso y abandonar su identidad como Serbios.
Muchos afirman que es por motivos de patriotismo, identidad y orgullo, pero según ha podido saber este medio podría tratarse de una cuestión de vergüenza y sofoco, ya que este año Serbia será la encargada de albergar la final del festival de Eurovisión y su capital, Belgrado, se prepara para el desembarco de los más pintorescos y bochornosos intérpretes del viejo continente.
Los kosovares parece que no están por la labor y decididos a desvincularse desesperadamente del histórico y musical evento se plantearon varias soluciones entre las que estaban la invasión de Andorra y Portugal y la construcción de un puente gigante sobre España, operaciones estéticas masivas para cambiar sus rasgos y convertirse en orientales, concretamente en chinos de la provincia de Shin pa hi, o una apresurada independencia de Serbia.
Finalmente por falta de presupuesto optaron por la última.
Aún no hay declaraciones de pesos pesados de Eurovisión como Sergio Dalma o ABBA, pero según testigos Massiel está muy afectada, podría incluso dejar de beber.
Los kosovares parece que no están por la labor y decididos a desvincularse desesperadamente del histórico y musical evento se plantearon varias soluciones entre las que estaban la invasión de Andorra y Portugal y la construcción de un puente gigante sobre España, operaciones estéticas masivas para cambiar sus rasgos y convertirse en orientales, concretamente en chinos de la provincia de Shin pa hi, o una apresurada independencia de Serbia.
Finalmente por falta de presupuesto optaron por la última.
Aún no hay declaraciones de pesos pesados de Eurovisión como Sergio Dalma o ABBA, pero según testigos Massiel está muy afectada, podría incluso dejar de beber.
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